En las crónicas de la antigüedad había una chica llamada Agnódice y le gustaba mucho hacer preguntas científicas. Cuando paso el tiempo Agnódice se hizo una chica muy lista y sensible cuando sufrían las personas. Un día le dijo a su padre que quería estudiar medicina pero no la dejaba porque solo podían estudiar los hombres y decidió hacerse pasar por un hombre aunque su padre no quería.
A ella le parecía bien ser médico porque las mujeres de hace tiempo no iban al médico porque les daba vergüenza que las atendiera un hombre y muchas morían. Ella quiso cumplir su sueño y se vistió como un hombre y se fue a otra ciudad a estudiar, vivió unos años difíciles esforzándose mucho por ocultarse y demostró que era muy buena en medicina.
Cuando acabó sus estudios volvió a su ciudad para hacer de médico y seguía vistiéndose de hombre.
Un día paseando escuchó a una mujer llorando y fue a ver lo que le pasaba y le dijo que podía ayudarla pero dijo que no quería que la mirara ningún hombre y Agnódice le dijo en secreto que era una mujer y entonces aceptó. Y muchas mujeres vieron su fama y comenzaron a acudir a su consulta que se hizo bastante famosa.
Muchos hombre sentían envidia y la acusaron de seducir a los pacientes. En el juicio ella desveló su identidad como prueba y un hombre dijo que no podía ser médico una mujer que debía morir y todas las mujeres a las que había salvado se opusieron a los hombres diciendo que a ellas las salvó y que si ella muere ellas morirían con ellas y se quedarían sin mujeres.
Entonces resultó eficaz y la declararon inocente y siguió con su profesión sin ocultarse. Desde entonces las mujeres pueden estudiar medicina.
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