Título: La alegría de vivir.
Resumen: Había una vez en Mesopotamia un rey al que le gustaba pasearse vestido con una ropa humilde sin que nadie le reconociera. Cuando estaba paseando escuchó una canción, fue a ver que era y entró en una casa con un hombre llamado Hassam.
Allí el rey le pregunto que de que trabajaba y Hassam le respondió que de zapatero, luego le dijo que qué pasaría si el rey prohibiera a las personas hacer el trabajo de zapatero y el le contestó que no creía que el rey tuviera tiempo para hacer eso. Después se marchó su nuevo amigo. Al día siguiente hubo una nueva orden: nadie podría hacer de zapatero.
El rey volvió a la vivienda de Hassam y como tenía una fiesta le dijo que de donde sacó los dineros y él le contesto que ahora era aguador y otra vez pasó lo mismo, el rey dijo que si lo prohibían su nuevo trabajo y al día siguiente lo prohibieron. Lo mismo pasó con su segundo nuevo trabajo de criado.
Pero él encontró otro trabajo de guardián del palacio y esa noche volvió el rey y le dijo que le pagarían bastante en ese trabajo pero no le pagaron ese día y la fiesta la hizo vendiendo la hoja de su espada, ahora tenía un trozo de madera.
Al día siguiente el rey le mandó cortar la cabeza a un bandido y como no tenía espada dijo que si sacaba la espada y se convertía en un palo de madera el bandido era inocente y entonces sacó su trozo de madera y el bandido fue inocente. Entonces reconoció al rey y este le dio el trabajo de consejero de honor y ese fue su último oficio.
Opinión: A mi lo que más me ha gustado de este cuento es que Hassam siempre hacía fiestas y lo que menos es que el rey le quitara sus trabajos.
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