Hace tiempo en un pequeño pueblo vivía una pareja bastante joven. La pareja era feliz se repartía las tareas que tenían que hacer pero a la mujer siempre le tocaban la más duras como recoger leña mientras que al hombre le tocaban otras mucho menos duras como pescar.
La mujer seguía haciendo sus tareas sin quejarse pero no estaba contenta con sus tareas. Esto mismo le pasaba a muchas más mujeres del pueblo, pero ninguna se atrevía a decirle a su marido que no quería hacer siempre las tareas mas duras.
Pero lo peor de esto es que sus hijos veían que las mujeres hacían las tareas duras al contrario de los hombres y lo estaban aprendiendo y seguramente lo harán igual cuando ellos sean mayores.
Un día todas las mujeres se reunieron para hablar de la situación. Una de las mujeres propuso la idea de manifestarse en contra de machismo y a todas les pareció una buena idea. El día de la manifestación todas las mujeres abandonaron sus tareas y pasearon por todo el pueblo con carteles contra el machismo y gritándolo.
Los hombres empezaron a comprender a las mujeres y a partir de ese día las personas del pueblo se repartían las tareas de otra forma: una semana los hombres hacían las tareas más duras y otra las hacían las mujeres.
¡Ahora todos son más felices!
Fin
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